DUALCILLO: CUERPO

Cuerpo.

by dualcillo

(Del lat. corpus). ¿Men sana in corpore sano? He aprendido que sólo si la mente está sana y equilibrada, el cuerpo, te sigue. Me ha costado un poco más de la cuenta, ser capaz de poder aprenderlo, asociarlo a la vida diaria y sobretodo, disfrutarlo. Una de las acepciones del término, es la del conjunto de sistemas orgánicos que constituyen a un ser vivo. Me hace sonreír, el hecho de pensar que, gracias a esos trozos de cierto sistema orgánico que se han quedado en el camino, pero no lejos de mí, sino bien cerca, en la piel, concretamente, son los que han conseguido que aprenda a actuar como un auténtico ser vivo.
“Pero si antes de operarte, ya eras un ser vivo, ¿por qué dices eso?” Considero que estoy en disposición de decir, con plena libertad, que no era más que un autómata que, guiado siempre por las necesidades biológicas de turno, seguía el ritmo que la sociedad marca de manera tiránica, pero no terminaba de estar pendiente de lo que mi cerebro, la parte más importante de mi cuerpo, le indicaba a mi mente. Por tanto, visto con perspectiva y habiendo madurado todo lo acontecido en estos últimos 3 años, se que no vivía y no he empezado a vivir, hasta que no he logrado seguir mi propio ritmo.
Es complicado entender ciertas naturalezas, actitudes y maneras de ver la vida. A mí mismo, ya me costaba verlo con relativa normalidad y lo miraba desde el escepticismo y la envidia, cuando me contaban que se podía vivir acorde a tus principios, ideas y en busca de la felicidad que TÚ buscas y no la que se acondiciona y presupone para ti.
He necesitado morir en vida para saber que mi mente es la que lleva a mi cuerpo a buscar esos límites que jamás pensé ser capaz de establecer y empeñarme en sobrepasar día tras día. 3 kilómetros, 5, 10, 21k 97 metros. Trail running, que no es más que el correr sin ton ni son montaña arriba y abajo, disfrutando de la brutalidad y hermosura de la naturaleza. Crossfit, ¿quién me dijo que sería capaz de esperar que llegase cada jueves a las 19 en la plaza de un pueblo perdido, en medio de la nada absoluta, en Inglaterra, para superar la barbaridad a la que se somete el cuerpo, durante una hora?
¿El próximo reto? El de compartir mi cuerpo que es la conjunción de mi alma imbuida en mi cerebro y el ritmo fisiológico de mis maltrechas y benditas partes, con aquella gente que, sin nada, son capaces de tenerlo todo. Para ello, me estoy preparando a conciencia, deshaciendo todo nudo que me ate a los límites de lo que me rodea, desatándome. Dejándome llevar por la corriente de la existencia y disfrutando del hoy a la espera de lo que mañana, me depare. Sin más ilusión que el simple hecho de que llegue, puesto que ni siquiera existe.
Nada me completará más como persona, que cada una de las experiencias que me lleven a superar las barreras que surjan.

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